cuando conoci personalmente a hugo chavez

Cuando conoci personalmente a Hugo Chavez

Era el 2008, en Lima Peru. Fue celebrada la V Cumbre de gobiernos y Jefes de Estados America Latina Caribe Union Europea ALC UE.
En el proceso del evento, el dia escogido para las reuniones de Mesas de Trabajo, me correspondio estar presente como miembro del cuerpo diplomático dominicano en la sala adonde se reunirían los presidentes de Guatemala, Bolivia, Venezuela, Panama, entre otros. La mesa estaba integrada esencialmente por presidentes latinoamericanos y representantes de gobiernos europeos, llegado a componerla casi 20 personalidades.
El asiento que me correspondia se encontraba a dos metros del de la delegación venezolana, presidida por Hugo Chavez y Nicolas Maduro, su canciller, asi como por otros dos funcionarios.
Durante gran parte del desarrollo de la hora y media que duro la reunión, me dedique a observar la actitud mental, el comportamiento, los gestos y las maniobras del presidente venezolano. En realidad, todo cuanto vi me dejo la impresión de que estaba ante un hombre de pleno y absoluto carácter militar, un hombre impuesto a impartir ordenes precisas y directas; en ciertos instantes de las intervenciones de otros participantes volvia el rostro hacia su canciller para hacer comentarios sobre lo que escuchaba. Cuando le toco su turno de intervenir lo hizo improvisando, pero a la vez leyendo uno que otro documento. Actuaba y accionaba con la acostumbrada forma que todos conocemos mediante la televisión, pero verlo en persona era distinto, pues el presidente tiene una personalidad dinámica, franca, abierta, que cuando uno le oye hablar siente el peso de lo que el entiende es su verdad, su convicción y su ideología.
El presidente me dio la impresión casi total de que se encontraba sino nervioso, angustiado por algun compromiso especial que tendria con algun otro presidente latinoamericano.
Pude, apenas, mientras salía de la sala y pasaba frente a mi saludarlo y entregarle mi libro JUAN BOSCH EN PERU, un político e intelectual a quien el presidente, sin dudas, admira.